La falta de nombramiento de un representante fiscal se sancionará gravemente por parte de la administración fiscal portuguesa e impedirá cualquier solicitud de devolución del IVA.
Además, conviene tomar en cuenta que los colaboradores europeos (proveedores, clientes, marketplaces…) se niegan de forma sistemática en colaborar con empresas extranjeras que no hayan cumplido con sus obligaciones en temas de nombramiento de un representante fiscal ya que representan un riesgo para ellos.