La representación de una empresa extranjera es la solución más adecuada para las empresas que desean expandirse en el extranjero, por ejemplo, contratar a un representante comercial local para desarrollar un nuevo mercado o recurrir a un auxiliar administrativo para gestionar las relaciones con clientes o proveedores.
La representación de una empresa extranjera es fácil de establecer y sigue siendo la solución menos costosa para contratar personal en el extranjero. El representante establecido en el país donde se va a contratar al trabajador actúa como enlace entre las autoridades locales y la empresa. El representante se encarga de todos los trámites administrativos relacionados con la contratación: